¿Una planta-lámpara? Es posible!

¿Una planta-lámpara? Es posible!

En la selva siempre es de noche, dicen. Una caminata en la mitad del día es una hazaña para valientes cuando los árboles sólo dejan entrar la luz por rendijas entre las copas y el suelo está lleno de obstáculos.

En las casas, la noche extendida es permanente. El último censo del Instituto Nacional de Estadística e Informática de Perú reveló que el 42% de las zonas rurales de la selvaperuana no cuenta con energía eléctrica, alcanzando el 65% en la región de Ucayali, la más desafectada, donde el cableado y la infraestructura suele colapsar por la vegetación y las inundaciones.

La comunidad nativa Nuevo Saposoa pertenece al grupo étnico Shipibo Conibo y está ubicada en los alrededores del Río Tachitea en Ucayali. Su acceso es únicamente por vía fluvial, a cinco horas desde la ciudad de Pucallpa. Cuenta con una población de 173 habitantes y 37 familias que hablan el idioma Shipibo Conibo. Sus principales actividades productivas son la agriculturaartesaníapesca, y la extracción de madera y aguaje. La comunidad presenta carencias y falta de acceso a servicios como la energía eléctrica, así como débiles capacidades locales para aprovechar comercialmente los productos del bosque y las amenazas de invasiones y tala ilegal de madera. La gente ilumina sus casas con mecheros de kerosene, que muchas veces son peligrosos y terminan dañando las vías respiratorias.

Por su estado de emergencia, esta pequeña comunidad desafió el ingenio de un grupo de investigación de la Universidad de Tecnología e Ingeniería, que se propuso desarrollar una lámpara con elementos locales y sin necesidad de infraestructura externa. La Plantalámpara es un producto que genera energía a través de la captura de electrones generados durante la fotosíntesis.

Infografía: UTEC.

 

Una vez estudiados el suelo y el agua de la región, se encontró una especie común de la zona que pudiera generar los residuos metabólicos necesarios para que, en contacto con los microorganismos de la tierra generasen electrones. A través de una grilla con electrodos, se genera un flujo de corriente que se almacena en una batería que se carga durante el día. Esta batería puede alimentar una luz de LED equivalente a una lamparita de 50 watts durante dos horas diarias.

Las diez lámparas prototípicas que se entregaron en la zona funcionan sin problemas. Para la casa, son una maceta con rueditas. Para un chico que quiere estudiar a la noche, un faro que alumbra más allá de la hoja.

Fuente: https://sustentator.com/blog-es/blog/2015/12/01/una-planta-lampara-es-posible/

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