Holanda no puede abastecer a los pacientes de marihuana de Europa sin ayuda

Holanda no puede abastecer a los pacientes de marihuana de Europa sin ayuda

En base a la creciente demanda, Bedrocan, el único productor de cannabis medicinal que queda en Europa, ha triplicado su producción con la apertura de una nueva planta de producción en 2015. Sin embargo, la empresa no puede abastecer a los pacientes de cannabis de Europa sin ayuda.

Vacilación por parte de otros estados de la UE a expensas de los pacientes de cannabis

En 1993, los Países Bajos fueron el primer país de la UE en introducir una especie de precursor de su actual programa decannabis medicinal. Durante los primeros años, sólo tenía que abastecer a los pacientes de cannabis holandeses, lo que no supuso un problema dadas las capacidades del programa estatal. Dos empresas consiguieron una licencia para el cultivo de cannabis. Después, en el año 2001 y con la introducción de una nueva normativa, la Oficina Holandesa del Cannabis Medicinal, “Bureau voor Medicinale Cannabis” o BMC se hizo cargo de la distribución. Las farmacias holandesas llevan suministrando cannabis flos con receta médica desde 2003, y hasta 2013, en Groningen llegó a haber una especie de farmacia de cannabis especial donde los pacientes podían adquirir su medicina un poco más barata que en otras farmacias del país.

Más tarde, Alemania y la República Checa fueron los primeros países en apuntarse. Estos países también necesitaban flores de cannabis medicinal, pero no eran capaces o no estaban dispuestos a cultivarlas ellos mismos. Desde entonces,Italia y Finlandia también se han añadido a la lista. Estos países se unieron o bien porque los pacientes se quejaron, o, como ocurrió en Italia, debido a que el gobierno adoptó un programa de cannabis medicinal voluntariamente, sin asegurarse de que se pudiera suministrar a los pacientes cannabis producido en el país.

El aumento de la demanda en la UE causa problemas de abastecimiento fuera de los Países Bajos

Debido a la creciente demanda, Bedrocan, el único productor de cannabis medicinal que queda en Europa, ha triplicado su producción con la apertura de una nueva planta de producción en 2015. Al otro productor autorizado, James Burton, se le ha dejado al margen. Este pionero del cannabis perdió su licencia debido a que su empresa y la BMC tenían diferentes ideas sobre cómo producir cannabis medicinal.

En Alemania, en concreto, los problemas de abastecimiento son algo habitual. Incluso en Italia, la situación del suministro está lejos de ser ideal; las cosas siguen sin funcionar correctamente con el cannabis medicinal cultivado por el ejército, como ilustra el volumen de pedidos de cannabis de los italianos a la BMC. Tal vez podrían haber hecho falta los conocimientos de unos pocos cultivadores de dedos verdes con experiencia en lugar de los uniformes sin experiencia con los dedos “verde oliva”. Por consiguiente, para empezar al ejército de Italia le vendría bien la experiencia de los holandeses, que podrían proporcionarles su conocimiento experto y las variedades. Del mismo modo, el proyecto de cultivo de la República Checa está perdiendo fuerza, a pesar de que el productor Elkoplast consiguió distribuir la primera cosecha en febrero después de dos años, gracias a los conocimientos técnicos y a las genéticas proporcionadas por Bedrocan. Desde 1993, los Países Bajos ha estado concediendo licencias para cultivar cannabis medicinal a personas que anteriormente han participado en el cultivo ilegal de cannabis. Todas las partes interesadas han podido aprovecharse de sus conocimientos previos y Bedrocan ha trabajado duro para desarrollar un total de cinco variedades para diferentes necesidades. En relación a la magnitud y a las obligaciones específicas de la empresa en cuanto a la producción de flores, esto es mucho más de lo que parece, porque se tardan años en desarrollar una variedad de cannabis medicinal. Sin embargo, sólo en Canadá, 26 empresas trabajan actualmente en el desarrollo de variedades nuevas; y en los EE.UU. cada vez hay más colectivos o dispensarios de cannabis que se centran en el desarrollo de variedades especiales. El mejor ejemplo es “Charlotte’s web“, una variedad de cannabis cruzada por hibridación, por criadores de Colorado, para tratar la forma específica de epilepsia sufrida por una niña que ahora tiene nueve años, que se llama Charlotte Figi. En Colorado, el estado de Washington y otros estados donde el cultivo es una opción legal, muchas personas que habían participado en alguna actividad relacionada con la planta antes de que la regulación del cannabis entrase en vigor o el cannabis se ofreciese como medicina, ya no eran tratados como delincuentes con el fin de permitirles ayudar a los pacientes o incluso suministrar a los usuarios adultos flores puras. Hasta Sativex habría sido difícilmente posible sin los conocimientos y la ayuda de leyendas del cannabis como David Paul Watson y Robert C. Clarke, que han aplicado sus conocimientos sobre el cultivo de cannabis en la teoría y en la práctica en nombre de la empresa de desarrollo GW Pharmaceuticals.

El cultivo y conocimiento del cannabis son inevitablemente ilegales por naturaleza en la mayoría de los casos

En Europa, con la excepción de los Países Bajos, existe un rechazo real a utilizar los conocimientos de los cultivadores de cannabis anteriormente ilegales involucrándolos en la labor. En la República Checa, a una empresa de logística, que anteriormente sólo fabricaba cajas de plástico y artículos similares, se le ha adjudicado el contrato para producir cannabis medicinal del gobierno. En Italia, se encarga el ejército y en Alemania, las licencias las va a adjudicar en algún momento una agencia del cannabis, que aún no se ha establecido. Sin embargo, incluso en este caso, parece poco probable que estos países ni siquiera consideren sus propios recursos para el desarrollo y la selección de las variedades.

Por supuesto, no todos los cultivadores aficionados que usan tres lámparas en el sótano puede darle a su hierba el sello de aprobación del estado como medicamento y vender las flores a la farmacia local de la esquina. Para producir cannabis medicinal, deben cumplirse unos requisitos mínimos, lo que puede suponer un desafío incluso para los cultivadores más profesionales: 100% de esterilidad por cada miligramo, un concepto de negocio, la adquisición de un gran capital inicial, o la colaboración con farmacólogos, médicos, laboratorios y con autoridades gubernamentales son sólo algunos de los aspectos desconocidos para la mayoría de los agricultores de cáñamo clandestinos, debido a su situación ilegal. Sin embargo, en lugar de buscar ayuda externa, los estados de la UE deben encontrar sus propias maneras de producir flores medicinales con sus programas de cannabis medicinal y seguir los pasos de los Países Bajos. Y este proceso no empieza en la sala de floración, sino en el desarrollo de las variedades. Dado que un proceso de este tipo lleva años, ya es hora de que otros países dejen de permitir que Bedrocan y los Países Bajos hagan todo el trabajo durante la próxima década, y, finalmente, afronten sus responsabilidades de inversión y desarrollo

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Bedrocan, sin duda, ha sido pionera para todos los pacientes de cannabis y sigue siéndolo. Sin embargo, sin más competidores en el mercado, seguirá habiendo problemas de abastecimiento, según lo confirmado por la BMC.

“[…] A lo largo de los años, el número de pacientes holandeses y extranjeros ha aumentado poco a poco. A partir de 2013, un fuerte aumento provocó que el cultivador de la OMC aumentase la planta de producción y abriese una segunda planta. La segunda planta de producción se abrió hace un año haciendo posible una producción tres veces mayor. Sin embargo no fue posible cubrir totalmente las demandas crecientes directamente. El periodo de crecimiento tarda aproximadamente 4 meses después del cual se lleva a cabo el envasado y el análisis. En este momento, hay suficiente cannabis medicinal en stock de todas las variedades para cubrir la demanda holandesa y la mayor parte de la demanda de otros países. Nosotros ya exportamos mucho más a Alemania que el año pasado pero como ustedes saben la situación en Alemania también ha cambiado y el número de pacientes alemanes crece rápidamente y también la demanda. Las autoridades alemanas y el proveedor/ fabricante Fagron se encuentran cerca en contacto [con nosotros] para hablar de soluciones. Para más información sobre este tema, les aconsejo que se pongan en contacto con sus propias autoridades, ya que son los más conscientes de las cantidades de importación y de los acontecimientos dentro de Alemania “, según el departamento jurídico de la autoridad competente.

La competencia es buena para la variedad y garantiza precios justos

Al ser el país más grande de la UE, Alemania tiene más pacientes de cannabis y por lo tanto es el más afectado. La competencia estimula el mercado y reduce los costes; los monopolios sólo benefician a sus propietarios. Esto es cierto en el caso del cannabis medicinal, al igual que lo es en el de las medicinas tradicionales. En Canadá, por el contrario, los pacientes pueden elegir la variedad que mejor alivia sus síntomas de entre casi 200 variedades, según su perfil único de cannabinoides. Aquí, y también en los estados de los Estados Unidos donde el cannabis es legal como medicamento, es obvio que la introducción de un programa estatal también genera un mercado libre, por supuesto, con las limitaciones necesarias en lo que respecta a la protección de la salud y la juventud. En Alemania, los pacientes de cannabis actualmente tienen que pagar 15,45 € por gramo de media; Sativex y dronabinol cuestan entre cuatro y ocho veces más. Los pacientes canadienses pagan entre 4,00 € y 10,00€ por un gramo de la medicina certificada por el gobierno, y no hay problemas de abastecimiento. Con la excepción de los holandeses, los gobiernos europeos parecen sentirse abrumados a la hora de introducir un sistema similar al de Canadá; uno que sea seguro, que proporcione la libertad de elegir para los pacientes y mantenga los costes bajos. Canadá goza de una situación casi perfecta y según un reciente fallo de la Corte Constitucional de Canadá, el gobierno aprobó que, en el futuro, se volverá a permitir a los pacientes de cannabis decidirsi van a cultivar su propio cannabis medicinal, o si quieren comprárselo a uno de los muchos productores. El reglamento que regula el cannabis con fines de recreativos puede que sea escaso, pero incluso en este caso,se está trabajando en ello.

Por lo tanto, no sólo Alemania, sino también Italia, la República Checa y todos los países que en el futuro tengan un programa de cannabis medicinal, deberían empezar a centrarse de inmediato en los detalles necesarios y en ser competitivos en ayudar a la investigación y al desarrollo de nuevas variedades y técnicas. Los obstáculos no deben ponerse demasiado alto y dejar a los cultivadores de cannabis con experiencia sin la oportunidad de compartir su amplio conocimiento en cualquier tipo de programa de producción supervisado por el gobierno. En lugar de ser percibido como una gran oportunidad, el cannabis medicinal en Europa se sigue viendo como un mal necesario por muchos de los encargados de tomar decisiones, y en consecuencia se le presta poca atención. Esto no es propicio para la economía, ni para la salud. Sólo en los lugares donde los años de conocimientos adquiridos de forma clandestina pueden y se les permite fluir en la producción legal de cannabis medicinal, hay oportunidades ideales para que se establezca un programa de cultivo supervisado por el gobierno que funcione correctamente.

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