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Existe mucha confusión alrededor de los hidratos de carbono; tanta, que muchas personas llegan a pensar que son malos en sí y que deben evitarse.

En realidad, los hidratos de carbono aportan energía, ahorran proteínas (ya que son una fuente más rápida para obtenerla), evitan la creación de cuerpos cetónicos y forman parte del tejido nervioso.

Todo eso los hace esenciales para la salud. Por eso, la ingesta diaria recomendada de ellos es de 200 a 300 gramos por día, y deberían aportar alrededor de la mitad de las calorías que se consumen a diario (que deberían ser entre 1200 y 1500, aunque este número varía dependiendo de cada persona). 

Además, la principal función de los carbohidratos es la del almacenamiento de energía en forma de glucógeno para el cerebro, que se alimenta solo de glucosa y necesita alrededor de 100 gramos al día. 

Por eso, en principio, hay que saber que de ningún modo los hidratos de carbono pueden eliminarse de la dieta por completo.

 

Algo que también deberías saber es que los hidratos de carbono se clasifican en dos tipos. 

Los simples son de sabor dulce y rápida absorción intestinal; ellos, a su vez, se dividen en monosacáridos (como la glucosa y la fructuosa, que se encuentran en alimentos como la fruta y la miel) y disacáridos, como la lactosa y la sacarosa (el azúcar común).

Por otra parte están los hidratos de carbono complejos, o polisacáridos, de sabor escasamente dulce y de absorción intestinal lenta. Èstos son los que reconocemos como carbohidratos en general: el almidón, que está en vegetales como la papa, en cereales, en el arroz y en las legumbres; y el glucógeno; entre otros. 

En realidad, y aunque muchas veces se crea lo contrario, los hidratos de carbono más adecuados para bajar de peso son los complejos, que se obtienen de los siguientes alimentos:
 

• Verduras crudas: los vegetales son alimentos con muy pocas calorías y fuente de hidratos complejos; tienen más fibra cuando se los consume crudos.
• Avena: es un alimento con mucha fibra y antioxidantes, y es una fuente de hidratos ideal para el desayuno o la merienda.
• Legumbres: tienen hidratos complejos, proteínas vegetales y baja densidad calórica.
• Pan integral: el enemigo de quienes tienen sobrepeso no es necesariamente la harina, sino las harinas blancas. El pan integral es un buen alimento para consumir en cantidades moderadas en desayunos y meriendas.
• Arroz integral: absorbe gran cantidad de agua; por eso ofrece pocas calorías en un volumen considerable. 
• Quinoa: es un alimento a tener en cuenta porque tiene más proteínas que cualquier vegetal.

En conclusión: para bajar de peso no hay que eliminar los hidratos de carbono, sino consumirlos en la proporción adecuada y saber elegir alimentos con las cualidades nutricionales más convenientes para nosotros.

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Fuente: https://www.labioguia.com/notas/hay-que-dejar-los-hidratos-de-carbono-para-bajar-de-peso